Inclusión laboral en las organizaciones: no se decreta, se construye
- Claudia Fuentealba
- 21 may
- 2 Min. de lectura
Hablar de inclusión laboral es necesario, pero no suficiente. Para construir una cultura inclusiva real, las organizaciones necesitan pasar del discurso a la acción.
La inclusión en las organizaciones es un tema cada vez más presente en reuniones, informes y redes sociales corporativas.
Y eso es positivo: visibilizarlo es el primer paso.
Pero en muchos casos, esa visibilidad no viene acompañada de acciones reales.
Y cuando la inclusión se queda en el plano simbólico, no genera cambios.
En mi experiencia acompañando a empresas de sectores industriales como minería, logística o construcción, he visto con claridad esta tensión: decimos que queremos incluir, pero muchas veces no sabemos cómo. O no tenemos el tiempo ni las herramientas para hacerlo bien.
¿Qué entendemos por inclusión laboral?
La inclusión laboral no es solo contratar perfiles diversos. Es revisar cómo diseñamos los beneficios, cómo lideramos, cómo seleccionamos, cómo promovemos, y sobre todo: cómo escuchamos.
Se construye en decisiones cotidianas como:
Redactar una descripción de puesto sin sesgos
Evaluar habilidades sin descartar trayectorias distintas
Pensar beneficios que contemplen realidades familiares y personales diversas
Ofrecer condiciones que permitan desarrollarse sin tener que encajar en moldes únicos
¿Por qué muchas veces no se logra una cultura inclusiva?
Porque se intenta resolver solo desde el discurso.
Porque se confunde inclusión con cumplimiento.
Y porque no siempre hay procesos claros que permitan sostener el cambio en el tiempo.
La verdadera cultura inclusiva no es una campaña. Es una forma de trabajar, liderar y decidir.
¿Qué hacemos desde Geperex?
En Geperex ayudamos a las organizaciones a integrar la inclusión a su gestión de personas, con diagnósticos, diseño de políticas y acciones concretas que se ajusten a su realidad operativa y cultural.
No trabajamos con recetas.
Diseñamos soluciones adaptadas a cada equipo, con foco en lo posible y en lo sostenible.
Reflexión final
La inclusión en las organizaciones no se decreta.
Se construye, todos los días, con trabajo, intención y coherencia.
Y si queremos que sea algo más que un buen mensaje, tenemos que empezar por cuestionarnos qué estamos haciendo para que no sea solo simbólica.
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